Por aquellos tiempos, en 1988, Racing usaba habitualmente una camiseta Adidas con diseño tradicional, pero en aquella final de la Supercopa contra el Cruzeiro, optó por una alternativa con los mismos colores. Para su vuelta a Primera, Adidas utilizó un recurso que estaba muy de moda en aquellos tiempos, y que volvió varios años después: las telas “nevadas”. En la primera mitad de los 90, llegó al fútbol argentino una marca danesa, Hummel, que deslumbraba a los fanáticos de las camisetas vistiendo, entre otros, a la selección de Dinamarca y al Real Madrid. Podés armar tu colección con camisetas de local, camisetas manga larga, camperas, shorts y el uniforme completo de la Selección. Y esa camiseta, hoy convertida en manga para la entrada del equipo a la cancha, quedó para siempre. Newell’s vivió, en el primer lustro de la década del 90, dos momentos históricos: en 1991, se consagró campeón en una final inolvidable en la Bombonera. Y con una marca brasileña, Penalty, que no sólo vistió a muchos equipos argentinos en los últimos 25 años, sino que además, puso la pelota del fútbol argentino a comienzos de la primera década del siglo.
Repetirá su obra con alguna variante: como una topadora, supera por potencia nomás a dos defensores, pellizca la pelota ante la salida de Jongbloed, la pelota rebota en el arquero y de nuevo en Kempes, camiseta de argentina que queda a un costado mientras la pelota flota sin dueño en el área chica y frente al arco camiseta de argentina mundial 2022 camiseta argentina vacío. Esta elección de camisetas tuvo una duda: el buzo Olimpia con el largo 1 en la espalda o el buzo verde Adidas con el 5 del Mundial 78. Los dos representan a Ubaldo Matildo Fillol, el arquero más grande de la historia del fútbol argentino. A comienzos de los 80, Amalita Fortabat armó el sueño de poner al equipo de su empresa, Loma Negra de Olavarría, en el fútbol grande de la Argentina. Y su camiseta, con el escudo del club bien grande en el pecho, es un ícono del fútbol de esos tiempos.
En 1984, Deportivo Español se consagra campeón de la Primera B de la mano de un crack, Fernando Donaires, y con un equipo que luego pelearía bien arriba en la máxima categoría. Racing esperó y esperó hasta volver a ser campeón. En 1995, San Lorenzo volvió a ser campeón, con una figura brasileña como conductor en la cancha, Paulo Silas. En 1995, Independiente comenzó a utilizar un diseño de Adidas que pretendía ser un homenaje a las primeras camisetas de la historia del club. Desde los setenta, cuando puso un bulldog en las remeras de Carlos Monzón, se convirtió en un referente de la ropa deportiva, desde su comercio en la Galería Jardín. Carlos Timoteo Griguol armó, en 1981, un Ferro que marcó una época. Y los vestía Umbro, una marca de origen británico que por aquel entonces llegaba a la Argentina y que aun hoy sigue firme vistiendo a varios equipos de Primera división. En la primera mitad de los ochenta, a Vélez lo vestía una marca de la época, Sportlandia, inolvidable para los que tienen más de cuarenta. Y un modelo de Adidas, con Siam como sponsor, que quedó para siempre en la memoria de los quemeros. Y durante diez años, siempre con el mismo sponsor, la cerveza Biecket, que por aquellos años pertenecía al presidente del club, Francisco Ríos Seoane.
Cabe destacar que esta primera tanda de lanzamiento solo incluye camisetas que están diseñadas para los hinchas y que no son exactamente idénticas a las que usan los futbolistas durante los partidos. Y lo de 1981 fue inigualable, coronado por un diseño de camiseta (con las cuatro estrellas para las letras CABJ) extraordinario. Y una camiseta que hoy es un tesoro de colección: la camiseta Adidas con dos sponsors, algo ciertamente inédito por aquellos tiempos: el Canal 5 de Rosario y el Banco Provincial de Santa Fe. La explosión de Diego Maradona en el fútbol argentino hizo que, muy pronto, fuera muy difícil para Argentinos Juniors poder retenerlo frente a la catarata de ofertas que llegaban. En 1985, Argentinos Juniors deslumbró a todos ganando la Copa Libertadores de la mano de Claudio Borghi. Y por eso, echaron mano a una opción ciertamente novedosa para la época: un sponsor en la camiseta. Y cuando llegó a la camiseta de Boca, se hizo famosa en toda la Argentina. Ocurre algo especial con esta camiseta, algo parecido a lo que ocurrió en aquel Mundial, en el que la selección argentina no logró el título, pero regaló emociones incomparables.