Fue por ella que consiguieron una hipoteca y, cuando él tenía tres o cuatro años, se mudaron a un departamento en pleno Once, un barrio comercial y popular con zonas de prostitución callejera, mafiosos menores, ladrones de ocasión. Ricardo Darín compró esta casa en el barrio de Palermo, Buenos Aires, en 1999, cuando se separó por un par de años de su mujer, Florencia Bas. A las cuatro menos un minuto de la tarde, la puerta de la casa de Darín se abre, él se asoma gesticulando con la mano -vení, vení-, equipacion argentina mundial 2022 y habla en un susurro mientras camina hacia el patio. Me empezó a ir muy bien, sentía que ayudaba en mi casa. Aunque acabó bien, fue una experiencia enloquecedora. En 2020, al cumplirse 20 años del estreno de la película, Javier Porta Fouz escribió en La Nación: “Ricardo Darín no era una estrella tan grande ni era el sinónimo del éxito asegurado en el que se convertiría después (…) esta fue la película clave para su legitimación como actor; podríamos decir que lo impulsó como ninguna otra a su consagración definitiva y a avanzar notablemente en su camino a convertirse en estrella”.
Un día estábamos comiendo con Ricardo y le digo: “Tengo ganas de hacer una película del Juicio a las Juntas”. Yo sentía que tenía una caja de herramientas despoblada, con cierta agilidad y picardía para la comedia, muy poco más. Llegó hace poco de Punta del Este, Uruguay, donde pasó una larga temporada después de terminar el rodaje de 1985, un filme dirigido por Santiago Mitre -una coproducción entre Amazon; Kenya, la productora de los Darín, y La Unión de los Ríos, la productora de Mitre-, cuyo tema es el Juicio a las Juntas que se llevó a cabo ese año en la Argentina, un proceso que sometió a la justicia civil a integrantes de las Juntas Militares de la dictadura que comenzó en 1976 y terminó en 1983. La película hace eje en el juicio y en las vidas del fiscal a cargo, Julio César Strassera, ya fallecido, y del fiscal adjunto, Luis Moreno Ocampo. Allí aparte de descubrir lo bien que se le daba pintar cuadros y, sobre todo, la fotografía -una de sus cuentas de Instagram está dedicada exclusivamente a «fotos analógicas de amigues»- acabó optando finalmente por el mundo del diseño.
Poco antes del colapso matrimonial, un hombre joven, con 20 años de experiencia como asistente de dirección, buscaba financiamiento para su ópera prima y lo rechazaban, hasta que presentó el proyecto en un concurso y lo ganó. El reino’, la serie protagonizada por Chino Darín, de momento no ha alcanzado una enorme relevancia en nuestro país, pero no sería descartable que funcione el boca-oreja y acabe siendo lo que antiguamente se llamaba en terminología de la industria un ‘sleeper’, un fenómeno que iba creciendo poco a poco hasta alcanzar proporciones masivas. Muy pronto lo que comenzó como un hobby se fue haciendo más grande hasta que la propia Clara alcanzó cierto estatus de it-girl, como Úrsula Corberó, que comenzó con su hermano justo el año en que la hija de Ricardo Darín se convierte en empresaria. Estuve tres días detenido por comprar un auto en la concesionaria oficial más grande de la Argentina. Argentina debía usar la casaca alternativa en lugar de su tradicional celeste y blanca. Si no hubiera sido por ella, no hubiésemos tenido nunca un lugar donde vivir. En ella, Darín hizo algo que siempre había evitado: interpretar a una persona real, Strassera, el hombre que al terminar de leer la acusación a los militares dijo una frase que quedó en la historia: “Señores jueces, quiero utilizar una frase que pertenece ya a todo el pueblo argentino: ‘Nunca más”.