Mitre, que había dirigido a Darín como un presidente argentino ficticio en la saga política de 2017 La cordillera, dijo que admiraba cómo el actor produce una interpretación veraz a través de una síntesis de sus propias sensibilidades y las del personaje. De esta forma, el actor se une a sus compañeros que ya están en Los Angeles. De hecho, es uno de los soportes en los que más difícil resulta hacerlo, porque la metodología de trabajo es muy complicada, muy parcializada, las tomas están demasiado encorsetadas en aspectos técnicos del rodaje, y eso no permite que uno sienta el placer de meterse en otra piel. Periodista argentina, equipacion argentina 2023 su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Y además fue por unas palabras suyas a la revista El Planeta Urbano que hicieron que todos los medios hablasen de los Darín. Sería justo reconocer que trabajé mucho en función de no desaprovecharla.
Muy pronto lo que comenzó como un hobby se fue haciendo más grande hasta que la propia Clara alcanzó cierto estatus de it-girl, como Úrsula Corberó, que comenzó con su hermano justo el año en que la hija de Ricardo Darín se convierte en empresaria. Entre 1979 y hasta 1980 actuó en una serie de filmes llamados La carpa del amor, La playa del amor, La discoteca del amor, tramas que mezclaban romance, enredos, amistad de barrio. Hasta Nosotros y los miedos. Llegó a recibir buenas críticas por parte de los asistentes al show, entre ellos su padre, que escribió: «Si estás superando miedos es que estás en el camino. De eso se trata amor mío. Te adoro. Sos tan valiente y auténtica que aprendemos de vos todos los días». Darín guarda un entrañable recuerdo de la directora de televisión Diana Álvarez, que se peleó con una cadena en 1982 para que él formara parte del programa Nosotros y los miedos. Colabora en la Cadena SER. “Soy de los que creen que lo más importante en la vida es tratar de ser feliz”, dijo Darín. Al año siguiente, llegó la conmovedora “El hijo de la novia”, de Campanella, que aprovechó la sensibilidad cómica de Darín para darle la vida al papel del dueño de un restaurante que se ocupa de sus padres ancianos.
Pero la vida es lo que es, no lo que uno quiere que sea. No era lo mejor que te podía pasar andar conmigo por la calle. Yo estaba en una pizzería, en la calle Corrientes. Florencia Bas se crio en San Nicolás, a 230 kilómetros de Buenos Aires, hija de una psicóloga y un obstetra, y se mudó a la capital a los 17 para estudiar traductorado de inglés, pero los estudios quedaron de lado. Aunque la pasión por la interpretación la heredó de sus padres, que trabajaban como actores en Buenos Aires, ninguno de los dos estaba entusiasmado con que continuara el oficio familiar. Es como si hubiese querido que yo fuese otra cosa. “No me pelearon, pero tampoco me ponían fichas para que lo hiciera”, recordó. “No se opusieron, pero tampoco me animaron”, recordó. Cero. Nunca me dijo qué estaba bien ni qué estaba mal. Efectivamante, fuera de la pantalla las cosas no andan muy bien. Les va bien como están. Y me acuerdo del día en que decidimos no seguir ninguna de las historias porque había tantas versiones de epilepsia como pacientes.