Estadio de los Juegos Mediterráneos, desatando la euforia en los más de 15.000 espectadores que llenaban el estadio, provocando una espectacular invasión de campo y por supuesto, camiseta de argentina la celebración durante la noche de toda la ciudad de Almería. El potrero, la cantina, las clases de zumba para las señoras, la piscina climatizada, el barrio, ante todo el barrio, ese seguirá ahí, oliendo a los asados, donde se prepara la mejor carne del mundo, con los paisanos compartiendo el mate, dando patadas en un campo que no tendrá cubierta retráctil, que ya no sale casi ni en el periódico de la ciudad, pero que reúne a dos mil, tres mil, los que sean, a una pequeña aldea gala, unida en el amor y la resistencia a un lugar que es incomparable. Lo que sí es cierto es que el público acudía cada fin de semana al campo de Central Córdoba y preguntaban si jugaba el Trinche. Llevaba la camiseta número 5. Era Carlovich, volante que jugaba en la primera B por Central Córdoba. De ahí, que Independiente comenzó a forjar su base de juego con la que lograría la Copa Adolfo Bullrich (segunda división – Era Amateur). En Central Córdoba, considerado el tercer equipo de Rosario tras Newell’s Old Boys y Rosario Central, logró dos campeonatos de Primera División C, la cuarta categoría del fútbol argentino.
El Trinche, que originalmente es un hijo del semillero de Rosario Central, se acercó a Tablada a hacer una prueba con el equipo sin fama ninguna y fue «un amor a primera vista» nos rememora Fabián. Se rumoreó que la no llegada del Trinche al equipo neoyorquino se debió a que Pelé no quería dos gallos en el mismo corral, pero nunca se ha podido confirmar la veracidad de dicha información. Al parecer este fue el detonante para que Miguel Ignomiriello le descartase para el primer equipo de Rosario Central. Polo granero del país, exportador de carne, Rosario llegó a ser el primer exportador de trigo del mundo en el año 1889. Tiempos en que se estaba construyendo el país, y Argentina contenía un potencial económico y humano inmenso, mirado ahora con nostalgia dentro de la convulsión continúa que es el país en estos momentos. Había tres bolsas de comercio en Argentina, dos en Buenos Aires y otra en Rosario. Como es habitual en Argentina, Central Córdoba ofrece mucho más a sus socios que un partido cada quince días.
Gabino Sosa vistió durante veinticuatro años la camiseta de los charrúas, el coloquial apodo de Central Córdoba causado por un periodista apellidado «charra» al que le cambiaron el nombre a «charrúa» tras una pelea con otro compañero. Boca cambió el logo de su casaca en 1984 por el de la empresa de Maquinarias «DEKALB rinde» pero fue rápidamente olvidada por los hinchas xeneizes, debido a que en esos años se pasó por unos de los peores períodos institucionales y futbolisticos, iniciados ya con la casaca previa, de vinos Maravilla. En los años ochenta llegó a estar clausurado por un motivo bastante habitual en equipos pequeños. El excentrocampista desarrolló casi todas su carrera en los años 70 y en Argentina está considerado como uno de los jugadores más talentosos de su historia. Por eso la remera de Argentina de la Copa Mundial Fifa 2022, con sus tradicionales celeste y blanco recurre a una historia que honra al país y remite a una tradición ganadora. Siendo la Final más épica y pareja de todos los tiempos según los expertos gracias a que ambos equipos se anularon entre sí y por su atractivo juego ofensivo que produjo un 3-3 en el partido de ida y un 2-2 en el juego de vuelta, camiseta argentina mundial 2022 proclamándose la final del siglo XX.